Desde Belice hasta Australia, conoce cuáles son los lugares más peligrosos para bucear
“Desde su nacimiento, el hombre lleva el peso de la gravedad sobre sus hombros. Está atornillado a la tierra. Pero el hombre no tiene más que hundirse bajo la superficie y ser libre”. -Jacques-Yves Cousteau
El ser humano nació para explorar, para recorrer el mundo y conocer todo lo que hay en él, así como todo lo que lo habita. Con el paso del tiempo la civilización se asentó, se volvió sedentaria y muchos se olvidaron de lo que era ser nómada. Se aferraron a la tierra y fueron atraídos por el cemento y la luz artificial.
Esclavos del concreto, gran parte de la Humanidad permanence adormilada mientras, por suerte, unos cuantos aún sienten el llamado de distintos puntos del planeta que buscan ser vistos.
Algunos viven pegados a la tierra, a las luces de la ciudad y al smog; otros miran a las estrellas y sueñan con conocer otros planetas; y están aquellos que viven para sumergirse. Sí, están aquellos que encuentran un poco de paz y tranquilidad en las profundidades. Un pequeño, mínusculo porcentaje de la población que se mueve en el terreno menos explorado de la Tierra. Personas que respiran en la superficie pero que son libres a metros de distancia por debajo de ella.
Te compartimos una selección de algunos de los lugares más peligrosos para bucear en el mundo. Son sitios aptos sólo para los buzos más experimentados, para aquellos exploradores del mundo acuático que sueñan con ver lo que hay debajo y que pocos conocen. Porque como dijo el gran explorador francés Jacques-Yves Cousteau “cerrar los ojos a la naturaleza sólo nos hace ciegos en un paraíso de tontos”.
Cenote Esqueleto, Tulum, México
También conocido como “Templo de la perdición” este cenote entra en la lista por el peligro que representan sus cuevas. Localizado en la península de Yucatán, México, este cenote es un sitio muy popular y de gran atractivo turístico para visitantes de distintas partes del mundo. Cuenta con pasadizos angostos, aptos sólo para los buceadores más calificados, pues resulta muy sencillo desorientarse y no encontrar la salida correcta.
Pozo de Jacob, Wimberley, Texas, EU
Al suroeste de Austin en Estados Unidos se encuentra el Pozo de Jacob, un sitio apto para los buceadores más arriesgados. Este lugar supone un gran reto pues cuenta con cuatro cámaras principales; el verdadero reto se localiza en la tercera de ellas, pues aquí hay mucha grava suelta, lo que dificulta la visión. Si no se cuenta con la experiencia suficiente en buceo en cavernas, este sitio puede ser mortal.
Agujero de Samaesan, Islas Samae San, Tailandia
Las Islas de Samae San no están abiertas al público en general, pues se encuentra en un área militar, sin embargo resulta un sitio muy atractivo para los buceadores, quienes pueden llegar a este punto con la ayuda de agentes locales. El Agujero de Samaesan se encuentra en este listado por diversas razones: su profundidad de hasta 85 metros, las corrientes extremadamente fuertes y las bombas que hay en fondo pues solía ser un vertedero de explosivos militares.
Cenote Nido de Águila, Weeki Wachee, EU
Con una profunidad de hasta 315 metros, este cenote localizado en el estado de Florida, Estados Unidos, resulta muy peligroso por la profunda inmersión que requiere y por lo tanto la pérdida de oxígeno. Al permanecer bajo el agua por periodos prolongados los buzos pueden sufrir narcosis de nitrógeno y desorientación, lo que lamentablemente ha llevado a la muerte a buzos experimentados que buscan llegar más lejos de los límites establecidos.
Blue Hole, Dahab, Egipto
Esta dolina en la zona del golfo de Aqaba es mundialmente conocida entre la comunidad de buceadores, sobre todo por su peligrosidad. Localizado a pocos kilómetros de la costa, este lugar de buceo requiere de un gran control técnico. A una profunidad de 50 metros se localiza el Arch, un arco submarino de 30 metros de longitud que une el agujero azul con el mar abierto. Pasar este punto es muy complicado porque se requiere de mayor cantidad de oxígeno, la orientación resulta confusa y debido a la luz parece tener una distancia menor a los 30 metros. Se tienen registros de más de 40 personas fallecidas en este sitio, aunque se estima que la cifra podría estar alrededor de las 100, lo que lo convierte sin duda en uno de los lugares más peligrosos para bucear del mundo.
The Shaft, Mount Gambier, Australia
Este cenote alcanzó una gran popularidad entre la década de los 60 y 70, pero en 1973 cerró luego de que fallecieran cuatro personas. El gobierno prohibió el acceso a la zona y luego de algunas negociaciones, en 1984 se quitó esta restricción, aunque únicamente pueden ingresar buzos altamente capacitados. El ingreso a este cenote se realiza a través de un agujero muy pequeño que desciende 7 metros, después hay una serie de pasadizos y, a pesar del agua cristalina, resulta fácil perderse y confundirse.
El Agujero Azul, Arrecife del Faro, Belice
Con más de 300 metros de ancho y 123 metros de profundidad, este sumidero que forma parte del Sistema de Reservas de la Barrera del Arrecife de Belice es considerado uno de los mejores lugares para hacer buceo en el mundo. Su increíble flora y fauna como los tiburones nodriza, toro y en ocasiones cabeza de martillo lo convierte en un gran espectáculo. Se considera uno de los lugares más peligrosos para bucear porque pasando los 30 metros las paredes del agujero dejan de ser lisas y están cubiertas por estalactitas muy puntiagudas. Hay que ser un buzo experimentado para descender a mayor profundidad, pues es fácil desorientarse una vez dentro. Debido a su peligrosidad, hay regiones en las que está prohibido sumergirse.