Publicado el Deja un comentario

Las aletas. Historia, partes y materiales de fabricación

Aunque se tiene constancia del conocimiento de las aletas a principios de la edad moderna (se pueden ver dibujos explicados en el Códice Atlántico de Leonardo da Vinci), no fue hasta 1914 cuando el capitán de corbeta francés Louis Marie de Corlieu inventó las aletas tal y como las conocemos hoy en día. Corlieu no patentó sus «paletas de propulsión» hasta 1933 y posteriormente, en 1940, se comercializaron en los Estados Unidos con el nombre de «swimfins», siendo adquiridas por la armada de ese país y usadas por buzos militares en la Operación Neptuno durante el desembarco en Normandía en 1944.

En 1959 se crea la Confederación Mundial de Actividades Subacuáticas (CMAS) , que gestiona a través de más de 130 federaciones de los 5 continentes, la práctica recreativa o deportiva de varias actividades subacuáticas con aletas, como la apnea, el buceo competitivo, el hockey y el rugby subacuático, la orientación subacuática y la natación con aletas. Esta última especialidad consta de cuatro técnicas o subespecialidades: el nado en superficie, el nado en apnea, la inmersión con escafandra y el nado en aguas abiertas. Todas estas disciplinas de la natación con aletas se llevan a cabo en instalaciones cerradas, como piscinas de competición, menos la última que se realiza en el mar, en ríos o en lagos.

En 1967 se celebró el primer campeonato de Europa de natación con aletas, año en el que se introdujo la monoaleta. En 1976 se organizaron en Hannover (Alemania) los primeros campeonatos del mundo.

2. Partes y materiales de fabricación de las aletas:

Los materiales utilizados en la fabricación de aletas han evolucionado considerablemente desde que se conoce su existencia. Las primeras probablemente se hicieron de hojas vegetales más o menos gruesas o de piel curtida. Las diseñadas por el francés Louis Marie de Corlieu eran de hule o caucho natural, obtenido de la savia del árbol del caucho. Posteriormente con la vulgarización del caucho, el estadounidense Owen Churchill consiguió aletas más suaves y duraderas.

Aunque estos materiales son muy versátiles, no son los únicos empleados en la fabricación de aletas, ya que la variedad de disciplinas exige otras características tanto físicas como mecánicas. Es el caso de la silicona o la goma y también de la fibra de vidrio y de carbono.

En la actualidad la gran mayoría de aletas comerciales están fabricadas principalmente con la combinación de diferentes tecnopolímeros, también llamados polímeros de ingeniería, como el poliuretano y el etilvinilacetato (EVA), que son materiales dotados de características físico-mecánicas, son muy resistente y su rendimiento es superior al caucho.

La parte de la pala, que es la zona de propulsión de la aleta, suele estar hecha con polipropileno, materia que destaca por su ligereza y por ser muy resistente a agentes externos como el salitre, el cloro o el ozono.

La rigidez de la pala le viene dada tanto por su grosor, que decrece hasta el perfil inferior, como por los nervios longitudinales que aseguran la trayectoria correcta del agua, siempre paralela al eje longitudinal del cuerpo. De esta forma se consigue, en mayor o menor medida, dependiendo del tipo de aleta y del fabricante, un efecto «látigo» de la pala.

La parte del calzante e interior de la suela se suelen realizar con elastómero flexible (goma termoplástica) para proporcionar mayor comodidad al nadador. También se utiliza este material para los nervios laterales de la pala.